¿Está pinchada la Bici Eléctrica en Madrid?

A pesar de los retrasos en la inauguración del sistema para hacer las pertinentes pruebas técnicas, el mismo día del estreno el sistema operativo colapsó debido a que la infraestructura está infradimensionada, haciendo que la mayor parte de las estaciones dejasen de funcionar y dejando a las más de 1000 personas que habían solicitado la tarjeta sin apenas servicio. La empresa ha intentado solventar estos problemas lo mejor posible, pero la realidad es que, después de 4 días, no todas las estaciones funcionan y las que lo hacen van ralentizadas.

Pero ese no es el único problema que los usuarios han encontrado al servicio, es caro, no solo por las tarifas si no también por lo que el ayuntamiento ha invertido en él, y parece complicado de utilizar, a esto se suma a la falta de una buena red de carril bici, la poca costumbre que tienen los conductores madrileños a compartir vía con las bicicletas y la complicada orografía de la ciudad, que intenta solventarse con la adición de un motor eléctrico al vehículo lo que lo hace más pesado (en torno a los 25 kg).

Pero los problemas del directo y la falta de educación vial de los madrileños se han vuelto el menor de los problemas. AMBE (Asociación de Marcas y Bicicletas de España) ha antepuesto una denuncia a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por supuestas irregularidades en la adjudicación del proyecto a la empresa Bonopark.

Al parecer la empresa a la que el Ayuntamiento de Madrid ha concedido el proyecto no cumple con los requisitos exigidos cuando se hizo el concurso. Bonopark, asociada con la americana Alta Bycicle Share, parece no tener la solvencia necesaria, la asociación entre ambas empresas no viene reflejada en lo que se presentó a concurso y el proveedor tecnológico de la empresa americana ha quebrado; por lo que se las acusa de falta de transparencia y vulnerar el principio de libre competencia. Esto nos lleva a pensar (más bien malpensar) que la adjudicación de un contrato por 25 millones de Euros por parte del ayuntamiento ha sido a dedo ¿quién le daría ese dinero a una empresa insolvente y de dudosa reputación?

Seamos sinceros, la idea de hacer de Madrid una ciudad más verde favoreciendo el uso de la bicicleta es buena; el problema reside, al parecer como siempre, en los encargados de llevarlo a cabo.